He visto por segunda vez en directo el maravilloso cuadro de la Dama del Armiño de Leonardo da Vinci. La primera vez que lo vi fue en una exposición en la Pinacoteca de Breda de Milán donde compré un cartel del cuadro que colgué en el "corcho de imágenes bonitas" de mi cocina. Desde entonces lo miro todos los días mientras preparo el desayuno esperando poder inspirarme por su belleza. No sé si algún día podré aportar algo de esa delicadeza a mis diseños, pero desde luego sí ha sido una referencia para entender la gran belleza que puede haber en las imágenes más sencillas.
La bella Dama puede verse hasta septiembre en la exposición “Polonia, tesoros y colecciones artísticas” en el Palacio Real.